El África subsahariana es un lugar donde conviven muchas religiones y, en consecuencia, un gran número de creyentes. Edificios icónicos, estandartes de diferentes culturas y creencias, se pueden encontrar esparcidos por los cuatro rincones del continente, como la famosa Basílica de la Sagrada Familia en el centro de Nairobi o el impresionante Templo Hare Krishna en Sudáfrica. Es evidente que la arquitectura religiosa hoy en día forma parte fundamental del tejido urbano de las ciudades del África subsahariana. En muchos casos, estas estructuras simbólicas y representativas aún operan como terreno fértil para la experimentación en arquitectura.
Un ejemplo de esto se puede ver en proyectos recientes de mezquitas construidas en África subsahariana. La arquitectura islámica, que toma su nombre de la religión que representa, tuvo sus orígenes en el siglo VII, cuando los ritos y prácticas religiosos antiguos también se asociaron con una forma construida – como un minarete – diseñado para ampliar el alcance de la llamada a la oración.
Esta fuerte conexión entre forma y función significa que la mayoría de las mezquitas adoptan una forma muy similar, con marcadas influencias de la arquitectura romana, bizantina, persa y mesopotámica. Aunque muchas de las mezquitas contemporáneas construidas en el África subsahariana continúan siendo diseñadas según el modelo tradicional de Oriente Medio, la marcada presencia de otras tipologías de mezquitas en el continente nos obliga a revisar o actualizar lo que el término "arquitectura islámica" puede significar o abarcar.
Un gran ejemplo de esto es el Complejo Secular y Religioso HIKMA en el pueblo de Dandaji, Nigeria, diseñado por el atelier masōmī. En lugar de simplemente importar el modelo estándar de mezquita de Oriente Medio, que hace uso de una serie de materiales que apenas se encuentran en Nigeria, el equipo del estudio masōmī optó por el uso de ladrillos de arcilla fabricados localmente, una solución constructiva muy común en el país y que requiere muy poco mantenimiento. Obviamente, el diseño de la mezquita de Dandaji no puede considerarse un ejemplo tradicional de “arquitectura islámica”, principalmente por su materialidad y evidente falta de ornamentos en comparación con los ejemplos clásicos de mezquitas del Medio Oriente, lo que resalta la diversidad latente de la arquitectura religiosa actual.
En este sentido, cuando se trata de proyectos arquitectónicos para mezquitas, sería mejor referirse al término en plural, es decir, “arquitecturas islámicas” frente al carácter limitativo del término en singular. Las mezquitas de estilo "Sudanés", construidas principalmente en una conocida región del oeste de Sudán, es quizás el mejor ejemplo de otra tipología de mezquita ampliamente adoptada en el África subsahariana.
Con ejemplos repartidos en un vasto territorio que se extiende desde Senegal hasta Ghana y Costa de Marfil, las mezquitas sudanesas hacen un uso extensivo de ladrillos de arcilla y formas orgánicas. Si bien la arquitectura islámica tradicional se caracteriza esencialmente por la presencia de enormes cúpulas e interiores muy ornamentados, el sistema de construcción adoptado en las mezquitas sudanesas da como resultado estructuras más compactas con techos sustancialmente planos y desprovistos de interiores ornamentales, lo que contrasta fuertemente con los ejemplos clásicos de arquitectura islámica, como la Mezquita del Sultán Ahmed en Estambul.
En Mali, la arquitectura islámica es más conocida por el estilo "Mande", en el que predomina el uso de formas cónicas y pilastras con elementos decorativos en alto y bajo relieve. La Gran Mezquita de Djenné es quizás uno de sus ejemplos más emblemáticos, con su monumentalidad escondida en la sencillez de su fachada.
Otra rama de la arquitectura islámica en el continente se puede encontrar a lo largo de la costa de Swahili. Ya en el siglo XI, los constructores swahili comenzaron a adoptar corales en la construcción de sus mezquitas, elementos que también se utilizaron en la ejecución de las esculturas que adornan el Mihrab, el elemento que indica la dirección exacta de La Meca. La Gran Mezquita de Kilwa, en la isla tanzana de Kilwa Kisiwani, fue uno de los primeros edificios religiosos del continente en asumir una tipología completamente diferente a las mezquitas más tradicionales, omitiendo la presencia del patio, uno de los elementos fundamentales de la arquitectura islámica.
Las mezquitas —contemporáneas y antiguas— construidas en el África subsahariana adoptan una variedad de estilos arquitectónicos, incorporando diferentes materiales y sistemas de construcción. A lo largo de su vasta historia en el continente, la arquitectura islámica africana ha adoptado diferentes soluciones tecnológicas, siendo influenciada por varios otros estilos y haciendo uso de una gran variedad de materiales y soluciones constructivas. Con los años y el desarrollo económico de la región, algunas mezquitas comenzaron a construirse con cemento y acero, reemplazando materiales locales como arcilla y piedra. Con el crecimiento y la difusión del Islam en el África subsahariana, y observando los numerosos ejemplos inusuales de sus mezquitas, es importante subrayar el carácter y la historia muy diversos del Islam en la región.